Hasta el presente año 2024, el Papa Francisco ha sido conocido por adoptar un enfoque más inclusivo y compasivo hacia la comunidad LGBTQ+ en comparación con sus predecesores, dentro del marco de la doctrina de la Iglesia Católica. Ha hecho varias declaraciones que reflejan una apertura hacia las personas homosexuales, enfatizando que no deben ser marginadas sino tratadas con respeto y compasión.
Una de las declaraciones más citadas del Papa Francisco sobre este tema se produjo en 2013, cuando en un vuelo de regreso de Brasil a Roma, respondió a una pregunta sobre el clero gay diciendo: «Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿Quién soy yo para juzgarla?» Esta frase marcó un tono notablemente más acogedor hacia la homosexualidad en el contexto de la Iglesia Católica.
Si bien el Papa Francisco ha enfatizado la necesidad de acoger y respetar a las personas de la comunidad LGBTQ+ dentro de la Iglesia, también ha mantenido la enseñanza tradicional de la Iglesia en cuanto a la moralidad sexual, que considera los actos homosexuales como intrínsecamente desordenados. Sin embargo, su enfoque pastoral se centra en la misericordia y el acompañamiento, en lugar del juicio.
En entrevistas subsiguientes y en sus escritos, el Papa Francisco ha reiterado su llamado a la Iglesia para que acoja a todos sin discriminación. Por ejemplo, en el documental «Francesco», estrenado en 2020, hizo comentarios sobre la necesidad de una ley de unión civil para parejas del mismo sexo, sugiriendo que estas personas tienen derecho a estar en una familia. Estas declaraciones marcaron un notable contraste con las posturas tradicionales de la Iglesia y generaron tanto elogios como críticas dentro de la comunidad católica y más allá.
Sus acciones y declaraciones pasadas sugieren que promueve un mensaje de amor, inclusión y respeto hacia todos, independientemente de su orientación sexual, dentro de los límites de la doctrina católica.